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Helado de nueces y jarabe de arce

El helado de nueces y jarabe de arce es una opción deliciosa y rica en sabor para los amantes de los postres con nueces y el sabor dulce del jarabe de arce. Este helado es fácil de preparar y es una forma creativa de disfrutar de estos sabores clásicos en una sola mordida.

Para hacer helado de nueces y jarabe de arce se necesitan los siguientes ingredientes:

  • 2 tazas de leche entera
  • 1 taza de nata para montar
  • 1 taza de azúcar
  • 4 yemas de huevo
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 1/2 taza de nueces picadas
  • 1/2 taza de jarabe de arce

Para preparar el helado, se calienta la leche, la nata y el azúcar en una olla a fuego medio hasta que hierva. Se retira del fuego y se deja reposar durante unos minutos para que se infundan los sabores.

En un tazón aparte, se baten las yemas de huevo con el azúcar hasta que quede una mezcla suave y homogénea. Se añade poco a poco la mezcla caliente de leche y nata a las yemas mientras se sigue batiendo, para evitar que se cuajen las yemas.

Se vierte la mezcla de vuelta a la olla y se cocina a fuego medio-bajo, removiendo constantemente con una cuchara de madera, hasta que la mezcla espese y cubra la parte de atrás de la cuchara.

Se retira del fuego y se añade las nueces picadas y el jarabe de arce. Se mezcla todo bien hasta que las nueces y el jarabe de arce se hayan mezclado con la mezcla de helado.

Se deja enfriar a temperatura ambiente antes de refrigerar durante al menos 4 horas o toda la noche.

Se vierte la mezcla de helado en la máquina de hacer helado y se sigue las instrucciones del fabricante para hacer el helado. Si no se tiene una máquina de hacer helado, se puede verter la mezcla en un recipiente apto para congelar y remover cada media hora hasta que se tenga una consistencia suave y cremosa.

Una vez hecho el helado, se puede servir en copas o conos y se puede decorar con nueces picadas por encima para realzar aún más el sabor.

El helado de nueces y jarabe de arce es una opción deliciosa y sofisticada para disfrutar como postre. Es una forma creativa de añadir el sabor dulce y suave del jarabe de arce y las nueces crujientes a un postre clásico de helado. Además, es una opción ideal para aquellos que buscan una opción de helado más sofisticada y rica en sabor.

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